Narnia

Si nuestra primera parada en Hic Svnt Dracones fue uno de los grandes clásicos de la literatura fantástica, la Tierra Media del maestro Tolkien, hoy nos detendremos en otro mundo contemporáneo de este. Hablo del mundo de Narnia, nacido de la pluma del escritor irlandés C.S. Lewis. Contemporáneo de Tolkien y gran amigo de este, Las Crónicas de Narnia se convirtieron en un éxito desde el momento de su publicación (entre 1949 y 1954) y han sido traducidas a más de 40 idiomas habiendo vendido más de 100 millones de ejemplares. Tal fue y es su éxito que las tres primeras han contado con su correspondiente adaptación cinematográfica. Si bien su impacto y trascendencia no pueden compararse con la de la magna obra de Tolkien, entre otras cosas porque el público al que están dirigidas es claramente infantil, sí que podemos afirmar que Las Crónicas de Narnia son ya uno de los grandes clásicos de la literatura fantástica.

Entrando ya en materia cartográfica, hay que destacar que, a diferencia de los mundos fantásticos de los que he hablado hasta este momento que se crearon a “imagen” del nuestro, la de Narnia es una tierra plana en un universo geocéntrico. Esto se refleja en un mapa que, sin dejar de ser una belleza, parece sacado de los tradicionales cuentos de hadas. No hay en él reflejos deformados de nuestro propio mundo, ni una geografía física razonable. No obstante, por la importancia de la obra de la que nace, como por su valor artístico, son una parada obligada para esta bitácora.