La Marca del Este


Cerramos hoy la semana de forma un tanto anticipada (este afortunado servidor de ustedes comienza hoy el merecido descanso del guerrero) con una entrada dedicada a la cartografía rolera de las que tenía francamente muchas ganas de realizar. Y es que hoy cerramos la semana sin salir de España. El mapa que ilustra esta entrada, cuyo sabor añejo es innegable, pertenece a una de esas rara avis que en ocasiones son capaces de sorprender al más pintado. Me refiero a las “Aventuras en la Marca del Este”, posiblemente el más bello retroclón de la clásica “caja roja” ochentera de Dungeons and Dragons. Les pongo a ustedes en antecedentes por si se encuentran perdidos.

Desde hace cosa de seis años un grupo de jugadores de rol afincados en Lorca, Murcia, lleva informado de manera diaria a través de su blog, Aventuras en la Marca del Este, a todos los aficionados de habla hispana acerca de todas las novedades que se cuecen en el mundo del rol. Esta bitácora es, sin ninguna duda, la más importante y popular de este mundillo en habla hispana. No contentos con realizar esta fabulosa labor de difusión se embarcaron en la locura maravillosa (porque en España esto es una locura) de publicar su propia versión de la mítica caja roja de D&D. Y con muchísimo esfuerzo, palmando pasta, y robándoles tiempo a sus propias familias, lanzaron su caja roja de Aventuras en la Marca del Este. Y señoras y señores, el milagro se obró. No solo porque su juego, su caja, sea materialmente una auténtica maravilla, que lo es. Si quieren tener una visión general del altísimo nivel artístico del juego reseñas fotográficas hay suficientes en la blogosfera como para que se puedan ustedes hacer una ligera idea. Sino porque su Aventuras en la Marca del Este ha conseguido recuperar ese tono de maravilla e inocencia que tenían estos juegos en sus inicios; y, lo que es mucho más importante, han sabido conectar con toda una generación de jugadores que sin saberlo o a sabiendas era esto lo que buscaban desde hace mucho tiempo. Confieso que el día que abrí mi propia caja (si, de la primera edición y comprada para cuando mi chaval sea mayor en la Dracotienda durante aquella loca mañana de estreno) y me pasé la tarde leyendo el manual me pareció por un momento que volvía a tener once años. Impagable.


El caso es que esta iniciativa, verbigracia de los chicos de Holocubierta, se ha convertido ya en una maquina imparable. Al juego básico hay que sumar el primer modulo oficial (El Enclave, primera entrega de la Trilogía de la Orden del Libro), la primera novela (Crónicas de la Marca del Este) y el escenario de campaña original, la caja azul, que aparecerá en breve de la mano de estos aventureros de Lorca. Quede aquí dicho que aquí tienen a un comprador ansioso.

Para terminar esta entrada atípicamente larga (no merecía menos), comentaré algo sobre los dos mapas que ilustran la entrada. El principal, como ya he comentado, acompaña a la caja roja del juego y refleja la Marca del Este y las tierras que con ella limitan. La Marca del Este reflejadas en este mapa está enclavada en el continente de Valion, el mayor de los tres que tiene este mundo. Y el segundo mapa es tan solo un boceto de los chicos de la Marca que servirá como base para el futuro mapa del mundo de su escenario de campaña. Y es que, de tarde en tarde, tampoco está nada mal que veamos cómo se realiza el primer boceto de los bellos mapas que trato de elegir para completar esta enciclopedia en forma de bitácora.

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