Arrakis, de Dune

Hoy en Hic Svnt Dracones nos vamos a acercar por primera vez al mundo de la ciencia-ficción. Aunque con un poco de trampa. Y es que la saga Dune, protagonista de esta entrada, si bien se etiqueta dentro del género de la ciencia-ficción es, a todas luces, una obra de fantasía en el espacio. Una obra épica que bien podría desarrollarse en un entorno fantástico medieval clásico. Sea como fuere Dune es una de las obras de literatura de género más influyentes del pasado siglo XX. Pocas novelas de los géneros fantástico o de ciencia-ficción generan el impacto al lector que genera Dune. Por su magnitud no es aventurado el ponerla a la altura de obras tan reconocidas como El Señor de los Anillos de Tolkien. Y es que Frank Herbet, al publicarla allá por 1965, nos legó una obra de culto, imperecedera.

La historia de Paul Atreides y el planeta Arrakis. Ese terrible planeta desértico también llamado Dune, única fuente de la especia melange, que lo convierte en el campo de batalla por el dominio del universo entero. Un escenario de insólita belleza que, en la prosa de Herbert, adquiere una consistencia que lo hace real. Ilustran estas líneas dos mapas del planeta Arrakis. El primero de ellos es el que se extrae directamente de las novelas de Frank Herbet. El segundo, obra del ilustrador ruso Ilya Barnovsky es una adaptación no comercial del tablero de juego original de Dune, publicado originalmente por Avalon Hill en 1989.