El Corazón del Mundo
Creo que ya he dicho en esta bitácora, en alguna que otra
ocasión, que el género fantástico está viviendo una auténtica Edad de Oro. No
solo más allá de nuestras fronteras, sino que en España estamos gozando de la
misma a nivel de traducciones (prácticamente todo el quién es quién del género
está ya en la lengua de Cervantes) y con
autores en nuestro propio idioma de los que podemos enorgullecernos. El caso es
que, curiosamente, las editoriales que hasta hace una década dominaban el
panorama editorial español, Timun Mas y Minotauro, están viviendo su particular
Edad Oscura. A raíz de la incorporación de ambas al Grupo Planeta su catálogo
se ha convertido en un auténtico despropósito, viviendo de las rentas de
Tolkien, Robert Jordan y poco más. Autores que ya tenían en cartera desde hace
muchos años, por otra parte, mientras que muchas otras editoriales con menos
posibles les han comido literalmente la tostada, haciéndose con los derechos de
los mejores escritores actuales. Y para colmo de las desdichas el único de los
grandes nuevos valores que tienen en cartera, R. Scott Bakker, está viviendo un
abandono preocupante (rezo porque se repita el caso de Erikson y su Malaz y sus
derechos caigan en manos de editores más competentes). El caso es que, desde mi
experiencia como lector desde hace muchísimo años y de librero desde hace casi
una década, creo que el responsable de compra de derechos y búsqueda de nuevos
autores o bien no tiene ni puñetera idea de literatura en general (ya de
fantástica ni hablamos) o le faltó aire al nacer. O las dos cosas. Sea como
fuere, como esta es una bitácora de mapas, les traigo a ustedes el mapa del
escenario en el que se desarrollan las novelas del ciclo de “El Corazón del
Mundo”, de Col Buchanan, cuya primera entrega “El Extraño” (“Farlander”)
publicó Minotauro en febrero de este mismo año. Novela mala como un dolor de
muelas, por cierto, claro exponente de lo que hablaba de los malos tiempos que corren
en Minotauro. El escenario cuyo mapa les traigo, como podrán comprobar ustedes,
es una visión deformada y fantástica del área de nuestro Mediterráneo. Si bien
esto no es algo nuevo (autores como Kearney lo han hecho de forma magistral),
lo cierto es que Buchanan no lo sabe explotar de ninguna de las maneras. De
verdad, si les han regalado el libro o por accidente lo han sacado de una
biblioteca, no está de más que lo lean. Hasta del peor libro se saca algo
positivo. Pero si quieren mi consejo, y para que desde la editorial Minotauro no
digan que les tengo animadversión alguna, ahorren el dinero que tenían pensado
gastar en este y esperen unos días a que este sello traiga a sus librerías, en
castellano, “Bajos Fondos” (“Low Town”) de Daniel Polansky. Que hasta el mejor
escriba hace un borrón, y esta vez (seguro que por accidente) se han hecho con
una novela realmente interesante.
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